Ayer me abrieron los nietos este blog.
Tengo un poco de escritos pergueñados a traves de los años. Siempre tuve inclinacion por escribir.En primaria hice una tarea de varias paginas reseñando una pelicula vista el dia anterior. En secundaria escribi una revista ( a mano). No fue raro qe mi primera profesion fuera el periodismo. Forzado por la reaccion del sistema ante mi rebeldia, me refugié en la educación. Alli tambien choqué con los vicios del burocratismo. Por suerte llegué a trabajar en un banco, y alli planté (tenia mujer y dos niñas): 28 años allí, hasta que me echaron porqe se me vencio la guia: claro, jubilado...
Ahora gozo de ese privilegio. Por eso tengo tiempo para hacer lo qe hago.
Quiero poner un epigrafe al blog. Es como una señal de identidad. Es una sentencia qe acuñé hace años como "manchette" de una revista qe escribí para los empleados del banco. Dice asi:
EL SIGNO DE ESTA EPOCA EPOCA ES TENER, TENER Y TENER...
MAS YO OS DIGO: HACER, CREAR, Y DAR, Y DAR, Y DAR!!!
Habran notado que no escribo la q con u...y qe uso pocas tildes. Desde qe era maestro, al tener dificultad para enseñar ortografia, qise hace un estudio sobre el tema. Ya jubilado, aboqé la cuestion. He aqi el resultado:
LA SIMPLIFICACION DE NUESTRA ORTOGRAFIA
Por Alvaro Villamizar B.
EL PORQUÉ DE ESTE ESTUDIO
Era yo maestro de primaria en un pueblo perdido en la geografía de Colombia en la década de los 60, y uno de mis alumnos escribió: “Un onbre tenia sinco ovejas” Debía corregirle, pero, como aprendiz de pedagogo, (no era educador formado en institución especializada) tenia que explicarle al niño el porqué de la ortografía correcta. Desde ahí me entró la idea de estudiar el porqué de nuestra ortografía actual, y la posibilidad de simplificarla.
Este propósito quedó archivado muchos años (tuve que dejar el magisterio, luego me empleé en un banco por el resto de mi vida laboral). Ahora, viejo jubilado, retomé el asunto.
PRELIMINARES
Los idiomas son seres vivos, como los pueblos. Las leyes que los rigen son iguales a las leyes biológicas: nacen, crecen, se reproducen, decrecen, mueren. O sea que están en permanente cambio, ya mientras crecen, ya estando en su plenitud, ya cuando van decreciendo.
La escritura es la fijación de una lengua en medios de fijación (piedra, papiros en los primeros tiempos, papel después). La escritura fue en un comienzo ideográfica, luego silábica, por ultimo alfabética. Hubo épocas de transición, en que aparecían en un texto la ideográfica y la fonética: en los jeroglíficos egipcios encontró Champolión el nombre de Cleopatra escrito en caracteres fonéticos.
La palabra escrita es imagen de la palabra hablada; por tanto, si cambia ésta, debe cambiar aquélla. No ha ocurrido así en las lenguas. Ha cambiado la lengua, y su escritura permanece como antes: ahí se presentan los distanciamientos entre la lengua hablada y su imagen, la lengua escrita. En una lengua, nacen unos sonidos, otros se pierden. En las lenguas romances nacieron los sonidos CH, LL, Ñ, que no existían en latín; por otro lado, el sonido de la H, que los latinos pronunciaban como J suave al comienzo de palabra, en el español sonó un tiempo como F, y luego este sonido desapareció; sin embargo, la letra siguió usándose.
Al presentarse el fenómeno de la separación entre la lengua hablada y la escrita, los estudiosos de las mismas empezaron a proponer el retorno a la identidad inicial. En el siglo I d.C. Quintiliano, gramático latino, escribía: “Juzgo que debe escribirse como se pronuncia”.
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Recordemos que nuestra lengua es hija del latín, junto con las demás lenguas romances. Es una lengua bastante mestizada: hay influencias de los bárbaros cuando se asentaron en la península ibérica, luego del árabe por la dominación musulmana, y se enriqueció con los muchos vocablos indígenas americanos, y vocablos africanos de los esclavos. Actualmente sufre la invasión del inglés, lengua prácticamente mundial hoy en día, por la preponderancia económica de USA, sobretodo en Latinoamérica.
En Hispanoamérica no aprendimos el español tal como lo hablaban los conquistadores. No aprendimos a pronunciar la C, la Z, la Y; La V la escribían los españoles pero no la pronunciaban; (Recuerdo que en la primaria nos enseñaban esos sonidos, que olvidábamos al seguir usando la lengua aprendida en casa)
Los andaluces no pronunciaban la C antes de E, I, por lo que no la enseñaron a los americanos donde se asentaron. Hoy creo que los españoles no la pronuncian, pues don Miguel de Unamuno propuso su eliminación.
ALGO DE HISTORIA: HACIA LA ORTOGRAFIA PROPIA Y LA SIMPLIFICACIÓN
Fue un rey castellano, Alfonso X, quien en el siglo 13 se propuso hacer concordar la escritura de la lengua con su pronunciación, pues entonces se escribía con la ortografía latina. Nebrija, el primer gramático del español, escribió (siglo 15): “Ansí se á de scribir como se abla, e hablar como se scribe, porque de otra manera en vano fueron halladas las letras” (nótese que no se usaba H en los verbos Haber y Hablar). Nebrija se empeñó en liberar la escritura castellana de la ortografía latina y se quejaba de que los gobernantes de su tiempo no aprovecharan su autoridad para realizar todos los cambios necesarios, cosa que tres siglos mas tarde empezó a hacer la recién fundada Academia de la Lengua.
Los sefarditas (judíos españoles) en el siglo 15 simplificaron la ortografía del español, suprimiendo la H, la C, la LL, la Q, y la U de la G antes de E, I, quitaron a la Y el oficio de vocal, y eliminaron la tilde. Realizaron al español los cambios que hoy, 5 siglos después, no hemos hecho los hispanohablantes. Formaron un dialecto, el sefardí, que luego llevaron a donde iban llegando cuando los expulsaron de España. .
En el siglo de oro de la literatura española (s. 17), Cervantes, Lope de Vega, Quevedo escribían sin ortografía. En una misma página se podía leer Honor, onor, Onbre, hombre, ombre. El Rey determinó, ante esta anarquía en la escritura, crear la Real Academia de la Lengua, a comienzos del siglo 18 con el fin de que fijara una ortografía a la lengua, entre otras funciones.
Esta institución, al fijar la ortografía en 1725, prosiguió el proceso de independización de la ortografía española de la latina, guiándose por la fonética de la misma. Así, quitó a la C el oficio de Z (esta letra tenía 3 oficios: representaba K, Z y C antes de E-I), eliminando de paso el uso de la cedilla, signo que indicaba ese sonido; quitó la H muda después de C, P, R, T, - machabeos, macabeos; sphinge, esfinge; theatro, teatro; en 1741 publicó un tratado de ortografía donde sentenciaba: “La pronunciación debe ser principio y guía para escribir lo que debe pronunciar el que lee (…) Debemos suponer que en nuestro idioma no se escriben letras ociosas y que nuestra lengua sólo escribe letras que pronuncia” .En 1763 quitó la doble ss de los superlativos y subjuntivos –malíssimo, dijesse-. En 1784 estuvo a punto de suprimir la V, en vista de que no se pronunciaba, pero se limitó a colocar B en vocablos que se escribían con V en latín: Abogado, abuela, buitre, barrer, bochorno, boda, bermejo. También aconsejó que en caso de duda entre la B y la V, se escribiera B. En 1815 eliminó las letras dobles bb, cc, dd, ee, dd, gg, mm, tt, (abbad, seer, fee, aggravar, summa) y cambió la Y por I en las palabras que la tenían: reyna, heroyco, peyne, bayle; pero la dejaron al final de palabra porque en el sello real decía “Yo el Rey”, y por no obligar al monarca a cambiar de sello, la dejaron.
De esta fecha para acá la academia no hizo más simplificaciones: optó por cruzarse brazos, pasando, de rectora del uso de la lengua, a espectadora y legalizadora. Si el pueblo cambiaba la ortografía, la academia simplemente aceptaba el cambio, cuando éste estuviera bien generalizado, incluyéndolo en el diccionario. Se formó así un círculo vicioso, que persiste hasta hoy: el pueblo no hace cambios en la ortografía por no desacatar a la academia, y ésta no los realiza por no contrariar la costumbre de los usuarios. La actitud de la academia es ambivalente, pues por un lado hace valer su autoridad a través del Diccionario de la Lengua, y por otro, espera que los pueblos realicen los cambios, en rebeldía a su autoridad, para sancionarlos.
Andrés Bello propuso una simplificación en 1.835, en Chile. A comienzos del siglo 20 los chilenos empezaron a escribir según las propuestas de Bello, pero en 1928 un gobierno academicista ordenó volver a la ortografía tradicional. En la misma España, a mediados del siglo 19, los maestros de primaria en un congreso propusieron una simplificación. Era lógico que fueran los maestros los que la promovieran, pues ello facilitaría su labor de enseñar a los niños a escribir. No fue atendida por las monarquía..
En el siglo 20 Juan Ramón Jiménez escribió J por G antes de E, I, y suprimió la X; don Miguel de Unamuno tronaba contra la ortografía tradicional. “Fuera la H, Fuera la C ante E, I”, exclamaba (acaso para la época de don Miguel ya se había perdido este sonido). Nuestro Nóbel García Márquez se manifestó en un congreso internacional sobre la Lengua, en México, contra la ortografía actual.
A mediados del mismo siglo la academia española, las que se habían fundado en Hispanoamérica, y la creada por los hispanos en USA, crearon la Asociación de Academias de la Lengua Española. El primer congreso de academias se celebró en México en 195l, y siguieron los de Madrid, 1956, Bogotá, 196l, Buenos Aires, 1964. Todos los congresos han admitido que la ortografía se debe simplificar, y recomiendan a la academia española realice esta labor. (Por lo visto las academias hispanoamericanas se han sometido a la posición de espectadora de la española; y en consecuencia, ni en un congreso pueden decidir cambios ortográficos). La academia española no ha hecho prácticamente nada al respecto. Por el contrario, en la ultima edición del diccionario le colocó tildes a las letras mayúsculas, cosa que antes no se hacía.*
Comparando nuestra lengua con las otras lenguas romances y con el inglés, el español es la lengua cuya escritura está más cerca de su pronunciación. Razón importante de este hecho es que la Academia realizó las reformas ortográficas ya señaladas, que acercaron la escritura a la lengua hablada. El sacerdote jesuita Antonio Silva Mojica en un ensayo titulado “Fonografía, la escritura del mañana”, hace una sinopsis de este proceso.
Entre las lenguas romances, el italiano ha sido la que más ha acercado su escritura, después del español, al lenguaje hablado. Hace algo más de cien años abolieron la H. Sólo la dejaron después de C y de G antes de E, I, para darles sonidos secundarios de K y GUE, respectivamente. Si lo hizo Italia, la cuna del latín y el escenario donde tuvo su esplendor literario, porqué no lo hacemos nosotros? En un diccionario Italiano-Español encontré unas 15 palabras empezadas por H, todas provenientes del inglés. Esto indica dos cosas: una, que si eliminamos una letra del alfabeto, ésta puede regresar en palabras de otro idioma; segundo, el dominio mundial que está ejerciendo el inglés: sin ser una lengua de Europa continental, está penetrando al italiano. Es el corolario del dominio económico de USA en el mundo capitalista.
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El inglés, cuya escritura es bastante distinta al lenguaje hablado, por influencia del latín (Roma dominó el sur de Inglaterra del siglo I a. C. al siglo V. El nombre de Inglaterra esta formado por palabras latinas que traducen “tierra de los anglos”) conservó los sonidos latinos de la H y la J (sonaban como J y YE respectivamente).
Los japoneses, igual que los chinos, han conservado hasta hoy su escritura ideográfica. Al escribir su lengua en nuestro alfabeto para facilitar su aprendizaje por los extranjeros, han tenido la ventaja de poder escoger entre letras que tienen un mismo oficio. Así entre C, Q y K escogieron la K, y entre B y V, la B.- La H y la J ingresaron con sonido de J y Y (consonante) respectivamente, por influencia del inglés. Dato curioso: el japonés no tiene el sonido L
SIMPLIFIQUEMOS PARA ENFRENTAR LA COMPETENCIA
Estamos en un mundo de intensa competencia entre las naciones, y esa competencia abarca a los idiomas. El idioma más sencillo para hablar y escribir, ganará terreno sobre sus competidores. Si no simplificamos nuestra escritura, seremos relegados cuando, en un proceso natural, las lenguas mas habladas empiecen a formar una lengua común y para ello se escojan las palabras más sencillas y de escritura más cercana a su pronunciación.
Hay un proceso simultáneo a la competencia entre las lenguas: la mezcla de lenguas entre pueblos que conviven en un mismo país, y en zonas limítrofes de naciones con distinta lengua. Tenemos el fenómeno del spanglish, ideado por los hispanos que viven en USA. Ya hay libros en esa nueva lengua, diccionarios, y emisoras que emiten programas en spanglish. En los países cuyos vecinos hablan otra lengua, en sus zonas limítrofes se debe dar el fenómeno de las mezclas. Por ejemplo, Brasil con sus vecinos, y en Europa, donde cada nación tiene su lengua. En Suiza se hablan cuatro idiomas: alemán, francés, italiano y romanche. Creo que necesariamente habrá tránsitos permanentes de vocablos de una a otra lengua.
A una distancia de siglos, habrá en el mundo una sola lengua mundial, producto de la mezcla de lenguas mas extendidas., sin que cada nación pierda su propia lengua. Así para entendernos con el mundo solo se aprenderá esa lengua, que creo será el inglés mezclado con las lenguas que compitan con él. Después de la I guerra mundial, el inglés empezó a ser la lengua dominante en el mundo. El siglo l6 fue el siglo de España, pues era la potencia dominante en el mundo (en sus dominios no se ponía el sol). Al decaer España, Francia surgió como potencia (España misma cayó en manos de los Borbones), y fue el francés la lengua dominante. (en Rusia la nobleza hablaba en francés, y el español sufrió la invasión de galicismos). Desde mediados del siglo 19, al expandirse el imperio británico, el inglés empezó a tomar fuerza desplazando al francés. Inglaterra es remplazada por USA en la preponderancia económica a comienzos del siglo 20, y hoy el inglés es prácticamente una lengua de aceptación mundial. Le ha favorecido, a mi juicio, que no tiene academia, lo cual facilita su evolución (toda academia es por definición conservadora). Cuando aprendía inglés en el bachillerato, (década de los 50) se escribía I am, I have, hoy se escribe I¨m, I´ve. Le favorece también la sencillez de sus conjugaciones, pues usan el infinitivo para todos los pronombres, menos para la 3ª. persona del singular; además, en lo referente a los tiempos, solamente manejan el presente y el pretérito; los demás tiempos los forman con verbos auxiliares y no tienen modo subjuntivo. Por la preponderancia económica de USA, hay entre nosotros un ingreso permanente de palabras del inglés en los campos tecnológico, cultural, deportivo, ya que como país situado en su órbita de influencia recibimos su ciencia, su cultura y hasta sus diversiones.
En la simplificación de nuestra ortografía tiene mucho que ver la Academia Española. Los usuarios no se atreven a hacer cambios, por no aparecer como ignorantes o anarquistas. La Academia debe retomar el papel actualizador que tuvo hasta 1815. Con permitir alguna libertad ortográfica, harían mucho. Si permiten libertad para usar o no la H, la G y la C antes de E, I, podrían seguir usando la ortografía aprendida los que así lo quisieran, y los que se inclinaran por una ortografía simplificada, lo harían. Por su parte, los educadores (los mas beneficiados) darían libertad a sus alumnos para usar o no esas letras. Así las nuevas generaciones empezarían a escribir con la ortografía simplificada, y los mayores, con su ortografía aprendida. Por un tiempo veríamos palabras escritas en dos formas; ya hay en nuestro idioma palabras así, llamadas eterógrafas: psicología, sicología; biznieto, bisnieto; reemplazo, remplazo; clisé, cliché; gripa, gripe; kiosco, quiosco.
A juzgar por la actitud pasiva de la Academia, veo que nos toca a los usuarios abocar la simplificación de la ortografía, o sea la adecuación de la lengua escrita a la hablada, para llegar a la identidad total que existía cuando se ideó la escritura alfabética.
Para lograr este fin, empecemos por analizar nuestro alfabeto:
El alfabeto español tiene particularidades que hacen confusa su ortografía. Lo ideal es un alfabeto donde haya solamente una letra para cada sonido. Ningún alfabeto de las lenguas modernas cumple ese ideal. (me informé en internet que el alfabeto coreano es el más perfecto de todos, pero no pude conocerlo). Tales particularidades son:
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1) Una letra muda, la H, y otra que en ocasiones no suena (U después de Q y después de G antes de E-I)
2) Letras con dos oficios, uno principal y otro secundario:
C: sonido principal de K ante A, O, U y S antes de E, I.
G: sonido principal ante a, o, u y secundario de J antes de E, I.
Y: es consonante y vocal; lo primero cuando va después de vocal (ayer) y lo segundo cuando va antes (rey)
El oficio original de una letra es el que se le dio inicialmente cuando se creó. Así, en el latín el sonido de la C era K ante todas las vocales; el de la G era el de G antes de A para todas las vocales. La Y era vocal en el griego, y así pasó al latín y al español; al formar diptongos se consonantizó, formando el sonido YE. Los sonidos secundarios son los que se les puso posteriormente: a la C antes de E-I, un sonido intermedio entre la S y la Z; a la G antes de E-I, sonido de J; la Y adquirió el sonido secundario de YE como explicamos antes.
3) Sonidos representados por varias letras: por dos, LL, Y; por tres, C, K, Q.
4) Dos letras importadas: la W y la K.
LA SIMPLIFICACION
Sobre estas particularidades, que en la práctica producen confusiones, propongo una simplificación de la ortografía, quitándole las letras mudas y los dobles oficios de las letras que los tienen.. Se basa en orientar el alfabeto hacia una meta ya enunciada por la misma Academia: “Una letra, y solo una, para cada sonido”.
Parte de la base de estos principios, válidos para todas las lenguas:
a) Si un sonido en una lengua desaparece, debe desaparecer la letra, por sustracción de materia (caso de la H)
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b) Si un pueblo al aprender una lengua no logra aprender un sonido, su letra no se debe usar. (la C antes de E, I y la Z y la V en Hispanoamérica). Se presentarán entonces diferencias entre el español escrito en la península y el de Hispanoamérica. Esas diferencias serían pocas, y no afectarían el entendimiento entre sus pueblos. Entre cien personas que se comunican hablando, un escaso porcentaje se comunica por escrito. Es bueno observar que los medios escritos de comunicación han perdido mucho terreno ante los hablados (radio, televisión, telefonía) Hace 40 años existía una ocupación, la del voceador de prensa; hoy ha desaparecido: la gente no compra la prensa, pues se informa por la radio o la TV de lo que pasa en el mundo; solamente los estratos altos la leen.
La simplificación sería por etapas, pues no se pueden realizar todos los cambios necesarios de golpe, sin causar un traumatismo en el uso del idioma escrito. Propongo tres etapas:
1.- Supresión de las letras mudas.
a) La H. En latín tenia sonido de J suave al comienzo de palabra, y era usada después de algunas consonantes para representar sonidos que vinieron del griego; así para F escribían PH, (philosopho), para RR, RH (rhetorica) y para zeta, TH (theatro) . Al pasar al español palabras como philio (hijo) no escribieron la P pero conservaron la pronunciación, así que tuvo por mucho tiempo sonido de F, que se perdió posteriormente por una ley muy natural, la del menor esfuerzo. Se perdió el sonido pero quedó la letra.
Las palabras homófonas deducirían su significado del sentido de la frase. Por ej., “ Hay”, inflexión verbal, siempre va seguida de un complemento: Hay semillas; la interjección va seguida de un signo de puntuación: Ay!, Ay, ; el demostrativo “Ahí” no es palabra homófona, la tilde vendría a identificarla; a veces se pronuncia sin tilde, entonces el sentido de la frase nos indica que es un adjetivo. En los idiomas hay palabras que tienen dos o mas significados y se escriben igual: son las palabras homógrafas: carpa: tienda de lona y animal; pabellón: bandera, parte de un edificio, parte del oído; asta: cuerno, palo para izar la bandera; el sentido de la frase nos indica su significado.
No nos extrañemos al ver una inflexión verbal de una sola letra ( él a); en francés la misma inflexión del mismo verbo la tiene (il a)
Sólo quedaría en la combinación CH. Esto nos salva de olvidarla, habida cuenta de que todas las lenguas modernas la tienen; tendríamos que reaprenderla al estudiar alguna de esas lenguas.
En el habla popular observamos que palabras empezadas por H toman una consonante para dar mas fuerza al vocablo: jartar (hartar), jale (hale) guevo** (huevo), gueso** (hueso). Asimismo vemos que nombres propios venidos del inglés que empiezan por H, conservan la pronunciación inglesa: Henry, Harold y marcas de vehículos: Yamaha, Hiunday; otros, como Hermman, se han españolizado: Germán.
b) La U de la Q. En latín sonaba (quidam). Creo que en español en un comienzo sonaba, pero por la ley del menor esfuerzo el sonido se perdió, y siguió escribiéndose la letra.
En esta etapa incluiremos la disminución del uso de la tilde, a los casos en que se necesita para diferenciar palabras que tienen oficios distintos en la oración. (aquel, adjetivo, aquél, pronombre). La tilde sirve para saber dónde va el acento de una palabra; tratándose de una lengua viva, nos basta con oírla para saberlo. El latín no la usó; hoy no la usan el inglés, el alemán, el esperanto.
2.- Quitar a las letras que tienen dos oficios, el secundario:
a) A la C el oficio que hoy tiene antes de E, I, ya que ese sonido no lo aprendimos. La combinación CC (diccionario, dirección), puede ser remplazada de una vez por X, aprovechando que esta letra representa esos dos sonidos, KS.
b) Supresión del oficio secundario de la G antes de E, I. Esta letra en latín sonaba con su sonido original ante todas las vocales. Los españoles le dieron ese otro sonido. En consecuencia, desaparece la U que indica el sonido secundario, y la diéresis sobre la U, que la hace sonora antes de E, I (vergüenza, desagüe, agüita).
c) Supresión del oficio de vocal a la Y. Aquí no seguimos la norma de dar a esta letra el sonido original (vocal), en razón de que existe ya la letra I para ese sonido, y que puede llegar a remplazar la LL, que no es letra independiente.
3.-Supresión de las letras cuyo sonido no aprendimos:
a) La V. En latín era vocal, sonaba U; era la mayúscula de la U. (u, V). Así la recibieron en España; pero posteriormente, seguramente por influencia de las lenguas bárbaras, nació el sonido de B labidental (recordemos que los bárbaros invadieron Europa a partir del siglo V d.C. Roma dominó en España desde el s. II a, C hasta el s. V d. C.). Por mucho tiempo tuvo esos dos oficios; luego perdió el de vocal, y luego el de V se fue asimilando al de B; perdió luego este ultimo oficio (aún en algunas regiones aragonesas se pronuncia) pero siguieron escribiéndola. Ese sonido nos lo enseñaban en la escuela, pero ni los maestros lo usaban.
b) La Z en Hispanoamérica.
No aprendimos a pronunciarla en Hispanoamerica. España la conserva. Por ley del menor esfuerzo, terminará perdiéndose. Persistirá hasta el tiempo en que se considere que sobra en el idioma.
c) SONIDOS REPRESENTADOS POR VARIAS LETRAS
En lo referente a los sonidos representados por varias letras, (C-Q-K, LL-Y) me parece prudente permitir su convivencia. Cuando las lenguas se hayan mezclado suficientemente, llegará el día en que los usuarios, o la autoridad linguística determinará cuál letra sobrevivirá. La K se originó en el alfabeto griego; vino a nosotros proveniente del ingles, tiene poco uso en español;. La Y, como vimos, entró al latín y al español como vocal y adquirió en español sonido de ye. La LL es caso particular del español: en el latín sonaba como L larga y así pasó al francés. Según el diccionario Larousse, en gran parte de España y en México, Centroamérica, Argentina, y parte de Chile se presenta el fenómeno del yeísmo, o sea pronunciar la LL como Y. En Colombia me parece que no pronunciamos la Y, o que hemos llegado a un sonido intermedio. Estando nosotros bajo la influencia del inglés, la LL está ingresando en palabras con esa letra que se pronuncian como L: Challenger, full. Es difícil escoger entre estas dos letras: la LL es mas abundante, pero la Y es una grafía independiente, mientras la LL es una L repetida. (la academia le quitó, junto con la CH, la calidad de letra, asimilándola a la L; en la ultima edición del diccionario no aparece como letra) El tiempo y los usuarios lo determinarán. Si actuamos guiándonos por la fonética, se escribiría Y en los países donde se ha generalizado (los del yeísmo), y se conservaría la LL en el resto.
Llegará el día, dentro de mucho tiempo, cuando las lenguas estés suficientemente mestizadas, que los lingüistas se reúnan para simplificar la escritura de la lengua mas extendida, y escogerán, de las letras que representen un mismo sonido, el que mejor convenga.
En cuanto a la W, debemos tolerarla, mientras se españolizan esas palabras que han venido del inglés. (ya se españolizaron watio-vatio, wagon-vagón, Switch-suiche). Como se observa, tiene dos sonidos, de vocal como U en palabras que vienen del inglés, y de consonante como V en palabras que vienen del alemán.
La X me parece una letra muy particular, ya que representa dos sonidos unidos, KS. En una época tuvo tres oficios: representaba J, KS y SH; finalmente quedó con el actual. Bello propuso eliminarla, seguramente remplazándola por la combinación KS. Hoy los españoles consideran pedante a quien la pronuncie. Debemos usarla mientras exista la combinación fonetica KS (boxeo, inflexion). Cuando hayamos quitado a la C el oficio de S, remplazaremos CC por X: acción, axion.
La ortografía de los nombres propios se debe conservar. Se dice que de los nombres y apellidos solamente sus dueños pueden cambiar su ortografía. Esta regla vale para nombres de naciones, ciudades, accidentes geográficos. Por eso México, Oaxaca se escriben con X, pues sonaba como J durante la colonia Esto nos ayudará a conservar el uso de letras que desaparecerían de nuestro alfabeto y luego deberíamos reaprender cuando estudiemos otras lenguas que las tengan..
. Entre una y otra etapa debe haber un tiempo prudencial. No se debería iniciar la siguiente hasta tanto no se esté acostumbrado a los cambios realizados en la etapa precedente. Sé que estos cambios afectan la unidad del español escrito. Son males menores en comparación con las ventajas que traería una escritura totalmente fonética de nuestra lengua.
Se podría alterar el orden de la simplificación; hay quienes quisieran primero eliminar los dobles oficios de las letras, pero me parece mas importante eliminar primero las letras mudas. También puede ocurrir que vayamos simplificando a medida que encontremos letras mudas o con oficios secundarios. Si en una palabra encontramos varias letras en esa situación, podríamos eliminar o remplazar una, luego la otra.. Todos los caminos conducen a Roma.
Las normas de ortografía (hoy se emplean muchas horas enseñándolas, existen manuales de ortografía) irán disminuyendo a medida que se vaya simplificando la escritura. Si logramos llegar a una escritura totalmente fonética sobrarán esas normas. Existiendo una sola letra para cada fonema, solamente nos atendremos a escribir tal como escuchemos.
Bien: manos a la obra, hispanohablantes. Por mi parte empezaré con la primera parte de la simplificación. Es difícil empezar a escribir distinto a como hemos escrito por décadas, nos van a tildar de ignorantes o de anarquistas, pero es necesario hacerlo, en beneficio del futuro de la lengua, y en primer lugar, de los maestros y niños del futuro, que aliviarán el trabajo de enseñar aquéllos y aprender éstos una ortografía confusa..
- En esta investigación consulté el Diccionario de Construcción y Régimen de la Lengua Española, del Instituto Caro y Cuervo, y no hallé la historia de las letras del alfabeto. Me extrañó mucho que en semejante monumento a la erudición lingüística no se hallara esa historia.
** El computador no marcó la diéresis.
Bibliografía:
Fonografia, la escritura del mañana, por Antonio Silva Mojica.-Indoamerican Press Service Editores, Bogotá, 1987.
Rebolusión ortográfica, del mismo autor, Editorial Pax, Bogotá, s.f.
Internet, portal Yahoo.es. (tema: Historia del alfabeto español.)
NOTA:
Indagando sobre la lengua latina, fui al Colegio San Pedro Claver, regentado por jesuitas, y tuve la buena suerte de conocer al sacerdote Antonio Silva, quien me ilustró y me informó ser el autor del ensayo sobre la simplificación de la ortografía española señalado en la bibliografía. Fue muy amable al regalarme dos ejemplares. Lo leí con sumo interés. Propone un alfabeto de 23 letras, pues son 23 los sonidos del español en Hispanoamérica. Su historia de la simplificación de la ortografía española me sirvió de base para escribir esa parte del presente estudio. Supe por él que el latín dejó de ser la lengua de la Iglesia: ya no la enseñan en los seminarios; se presentaban inconvenientes, pues cada hablante le ponía pronunciación acorde con su lengua nacional; además es una lengua bastante difícil. Comentamos que la Iglesia podría usar el esperanto, pero que una medida de ésas sólo la podría tomar un papa visionario como el anterior.
Bucaramanga, nov -06.-.
EPILOGO.-
LA COSTUMBRE HACE LEY
A unos meses de haber intentado realizar la primera parte de esta simplificación, me ha sido muy difícil ejecutarla. Sesenta años escribiendo como se aprendió, no se cambian así no mas. Cuando escribo cartas, si escribo sin H y U, el destinatario pensará que soy ignorante o anarquista. Tendria que explicarle al final de la carta…
Qué hacer, entonces? Acá es donde considero necesario que la Academia dé comienzo a un proceso de simplificaciónm permitiendo libertad para usar o no la H, la U después de Q, que son las letras mudas, y luego para los demás cambios. De esa libertad usarán los educadores para trasmitirla a sus alumnos, y estos, por ley del menor esfuerzo, las no usarán las mudas y uniformarán el uso de las letras con dos sonidos.
En cuanto a que los usuarios simplifiquemos la ortografia, chocaremos con la costumbre adquirida hace decenios…la costumbre ha hecho ley.
Haré lo siguiente: en lo posible, evitar escribir las letras mudas; seguir a Juan Ramon Jimenez en el uso de la J por G; tratar de escribir S por C, asi me traten de ignorante o anarquista.
Actualmente los humoristas Tola y Maruja (se disfrazan de mujer) escriben en el diario El Espectador una columna (“No nos consta”) con palabras del léxico popular antioqueño tal como las hablan. Buen aporte hacen al idioma escrito. Reflejan el habla popular, tal como lo hicieron los primeros escribas. Recordemos que el latin que se regó por Europa fue el que hablaban los soldados, el del pueblo, que con el tiempo se mezcló con las lenguas vernáculas formando las lencguas romances. En otro palabras, escuchemos al pueblo. Él es practico, sintetizador, Las elites se fosilizan apegándose a los aprendido, como pasó con el laltin culto, que terminó muriendo. ¿No crearon los hispanos que viven en USA el spanglish,? Los puristas se rasgarán las vestiduras, perro esta nueva lengua se abrirá paso, es un adelanto que deben hacer todos los pueblos, crear idiomas síntesis que luego se irán uniendo entre sí hasta llegar a una lengua universal
Bmanga, julio del 2.010.-
El resto lo tengo parte impreso, parte en el comput. voy a colocar en éste todo, para colocarlo en el blog. Hasta luego...
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