martes, 6 de septiembre de 2011

L A C A R C E L

LA CARCEL NO ES LA SOLUCION

Hace unos años escribi sobre la inutilidad de la cárcel como medida adecuada para sancionar al que delinque. La cárcel es represora, y la represión jamás solucionará un problema de comportamiento social.
El pueblo hebreo estableció sanciones racionales: quien robaba, debía devolver el doble de lo robado. La ley del talión era aplicada, cobrando con la vida del asesino su delito. En cambio Yavé no cobró a Cain con su vida la muerte de Abel: le impuso varias sanciones, entre ellas la de vagar con una señal en la frente que indicaba su delito…así en todas partes era despreciado por las gentes. Los griegos establecieron el ostracismo como pena por los delitos contra el Estado. La privación de la libertad era, seguramente, mientras se le juzgaba.
La cárcel no corrige. Y al condenar a penas de 20, 30 y 40 años al que delinque ocasiona un trauma en éste que lo convierte en enemigo jurado de la sociedad. El primer impulso es buscar cómo evadirse, y tiene tiempo para planearlo. Y aprende: la cárcel se convierte en universidad del delito: los condenados a mas años son los profesores de los que llegan…El ocio, padre de todos los vicios, los lleva a la droga como escape a su desgracia. El contraventor se convierte en un ser irreconocible: la insatisfacción sexual los lleva al homosexualismo La inclinación a la violencia los lleva a las riñas recuentes y al extremo de matarse unos con otros, como ocurre con frecuencia.
Conrad Lorenz, el célebre naturalista, observó que los animales, si los obligan a vivir reunidos en pequeños espacios, se vuelven irascibles y empiezan a tratarse con violencia entre ellos, acabando con enfrentarse mortalmente unos a otros. Así ocurre con el hombre: Si se hace irascible compelido a vivir en suburbios, cómo será en la cárcel? Nada de raro que el simple contraventor en la cárcel se convierta en el delincuente sin remedio: se forma la bola de nieve: a l nuevo delito, mas cárcel y como respuesta, mayores delitos .La cárcel ha destruido un hombre, y ha causado daños colaterales:: el resentimiento anida en su familia, en sus hijos, habrá mas disensiones en la sociedad.
Y cuánto le cuesta al Estado mantener estos infiernos creados por Él mismo? Millones de millones: Costosos establecimientos penitenciarios, cuerpo de guardianes, alimentación, asistencia médica si se enferman o son heridos…
No sé que haya un país que re-eduque al delincuente, en un periodo proporcional al delito, no mayor de 10 años. Creí que la Revolucion Cubana en sus inicios trataría de hacerlo (en una revolucion, si es verdadera, es natural que esto ocurra), y no fue así: Huber Matos fue condenado a 30 años durante los cuales fue vejado y tratado como peligroso delincuente (en varias ocasiones hizo huelgas de hambre de protesta) . Y no evolucionaron en 50 años: hoy tienen encarcelados a un grupo de opositores políticos condenados a 20 y 25 años de cárcel.

La re-educación es mil veces mas económica que la represión. Y la sociedad no pierde al hombre, que puede reintegrase a la sociedad, dispuesto a demostrar que la puede servir.
¿Por qué se delinque? Hay distintas clases de delitos: los pasionales: Cain mata a Abel por envidia. Entre los de raza semítica, los españoles son sumamente pasionales: los varones matan a sus ex-esposas por celos. Los anglosajones son frios, no sienten una infidelidad como la sentiría un semita. Hay los que podriamos llamar delitos sociales: las clases oprimidas se ofenden ante la opulencia de las poseedoras, se crea el resentimiento social que lleva a los delitos contra la propiedad, que pueden desembocar en homicidios cuando se efectúan con violencia. Los hay por falta de educación: el niño es inocente y no entiende que al tomar el lápiz de su compañero en la escuela está haciendo algo malo. Si sus padres no lo corrigen, se habituará a coger lo ajeno y así pasará cuando joven a apropiarse de lo de los demás. Cuando hay adecuada educación, los pobres no robarán, aunque se les presente la ocasión.

Todos esos delitos deben ser estudiados y tratados con ponderación adecuada, pueden sancionarse sin recurrir a la represión de las actuales cárceles.
En Colombia se han hecho intentos esporádicos por convertir la cárcel en un sitio de recuperación de la dignidad a través del trabajo. Son actos esporádicos realizados por algunas direcciones carcelarias. Sé qie en la cárcel de Villavicencio se adelantaban proyectos de trabajo de los reclusos, lo mismo que en Barranquilla. Son ejemplos que debiera lo gobierno apoyarlos, patrocinarlos. Convertir la cárcel de universidad del delito en taller de donde salga el delincuente reformado.
El Estado debiera respetar el derecho que tiene el recluso al trabajo. Está bien que le quite su libertad, pero que le permita trabajar, para resarcir en parte los gastos del Estado en él, para sí y para su familia. Salvará al recluso del ocio, el padre de los vicios.
He observado que la justicia actual no solamente envía al que delinque a la cárcel, sino que lo aprisiona un tiempo mucho mayor que el razonable. He leído sobre dos condenas a cadena perpetua en USA. ¿Qué significa esto? Si volviera a nacer, tendrían que llevarlo a la cárcel otra vez de por vida? Pareciera que es el odio, no el deseo de sancionar adecuadamente buscando la recuperación del hombre, el que inspira a los legisladores y jueces. En Colombia, a la joven que se hizo estrella de cine en “La vendedora de Rosas”, por haberse involucrado en un homicidio cometido por su novio, fue condenada a 26 años de cárcel! Contrasta esta actitud con la del actual gobierno, que condenó a los jefes del paramilitarismo, ordenadores de muchas masacres, a pocos años de cárcel…
Bmanga, julio del 2.010